La iglesia de San Juan, en Baños de Cerrato (Palencia) de tipo basilical latino.
Las iglesias de y de Santa Comba de Bande, ambas de Orense y de tipo más o menos bizantino en forma de cruz griega.
La capilla de San Fructuoso de Montelius en Braga, Portugal.
La iglesia de Santa Lucía del Trampal en Alcuéscar, Cáceres.
La cripta de San Antolín, en la catedral de Palencia
Es característico de la arquitectura visigoda el arco de herradura, que más tarde sería adoptado por los musulmanes. En cuanto a restos arqueológicos de arquitectura civil visigoda, destaca Recópolis que es una antigua ciudad de origen visigodo situada cerca de Zorita de los Canes (Guadalajara). Fue mandada construir por Leovigildo en honor a su hijo Recaredo en 578. Funcionó como un centro urbano importante, capital de una provincia visigoda denominada Celtiberia, de límites imprecisos, al este de la Carpetania (Toledo, la capital del reino). El conjunto está considerado «uno de los yacimientos más trascendentes de la Edad Media al ser la única ciudad de nueva planta construida por iniciativa estatal en los inicios de la Alta Edad Media en Europa» según Lauro Olmo Enciso, catedrático de arqueología de la Universidad de Alcalá.[55] Se han identificado los restos de un complejo palatino, de una basílica visigoda, viviendas, y talleres de artesanía.
Orfebrería
Coronas y cruces votivas
Una de las muestras más llamativas del arte visigodo en Hispania, se debe al hallazgo del tesoro de Guarrazar, es un tesoro de orfebrería visigoda compuesto por coronas y cruces que varios reyes de Toledo ofrecieron en su día como exvoto. Fue hallado entre los años 1858 y 1861 en el yacimiento arqueológico denominado huerta de Guarrazar, situado en la localidad de Guadamur, muy cerca de Toledo. Las piezas están repartidas entre el Museo Cluny de París, la Armería del Palacio Real y el Museo Arqueológico Nacional, ambos en Madrid.
Corona del Rey Recesvinto,Museo Arqueológico Nacional (Madrid)
De las coronas, la Corona de Recesvinto es la que más llama la atención por su orfebrería y belleza, con letras colgantes de la misma, en ella se puede leer «Reccesvinthvs Rex offeret» («El rey Recesvinto [la] ofreció»).
Las fíbulas aquiliformes
Las fíbulas aquiliformes (en forma de águila) que se han descubierto en necrópolis como Duratón, Madrona o Castiltierra ( localidades de Segovia), de gran importancia arqueológica, son una muestra inequívoca de la presencia visigoda en España. Estas fíbulas se usaban sueltas o por pares, como broche o imperdible de oro, bronce y vidrio para unir la vestimenta, obra de los orfebres de la Hispania visigoda , arqueológicamente no hay duda de que estas fíbulas pertenecían al pueblo visigodo, presente en Hispania a partir del siglo V de nuestra era.[56] Destacan las encontradas en Alovera (Guadalajara), y que se pueden ver en la ilustración (derecha).
Fíbulas aquiliformes de Alovera Museo Arqueológico Nacional (Madrid).
Las placas y hebillas de cinturón
Placa y hebilla de cinturón. Bronce y hierro fundidos con decoración en pasta vítrea siguiendo la técnica del mosaico de celdillas o cloisonné. Siglos V-VII. Procedentes de la necrópolis visigoda de Castiltierra, Segovia. Museo de Málaga, España
Las placas y hebillas de cinturón encontradas en España, son objetos con una doble función, de uso cotidiano y ornamental, símbolo de rango y distinción de las mujeres visigodas, son hebillas grandes y rectangulares. Algunas piezas contienen excepcionales incrustaciones de lapislázuli de estilo bizantino.[57] Las encontradas en la necrópolis visigoda de Castiltierra (Segovia), de los siglos V-VII, son de bronce y hierro fundidos, con decoración en pasta vítrea siguiendo la técnica del mosaico de esmalte alveolado o cloisonné, se trata de una técnica que puede utilizar incrustaciones de piedras preciosas, vidrio u otros materiales. Historiadores como G.G. Koenig, ven en las piezas de España, características similares a la forma de vestir danubiana del siglo V-VI,[56] según el profesor Michel Kazanski director de Investigación del Consejo Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), esta se desarrolló al norte del Mar Negro alrededor del año 400, y que los pueblos germánicos posteriormente la trajeron a occidente.[58] Existe bastante variedad en la decoración, son destacables las piezas de orfebrería de las tumbas visigodas de Aguilafuente (Segovia), especialmente las encontradas en la tumba de una mujer, que se cree del siglo VI, en la que la hebilla iba acompañada de dos fíbulas y varias joyas características del traje femenino visigodo. En las necrópolis visigodas, también se encuentran pulseras de diferentes metales, collares de perlas y pendientes, con incrustaciones de vidrio de color. Todas estas joyas se han hallado en tumbas de la Hispania visigoda central, como es el caso de la necrópolis de Madrona (Segovia) que tiene un conjunto bastante variado de estos elementos ornamentales.[59] El yacimiento de Aguilafuente consta de más de doscientas tumbas.
El idioma gótico es una de las lenguas germánicas más tempranamente documentada, en el siglo IV, haciendo de él un idioma de interés en lingüística comparada. Se han encontrado escritos de leyendas populares de la Edad Media e, incluso, algunos estudiosos encontraron evidencia de que se habló hasta el siglo XVI, cuando se extinguió definitivamente, con la desaparición del gótico de Crimea.
El idioma gótico es una lengua germánica extinta, que, con la lengua de los burgundios, vándalos, hérulos y rugenos, constituía el grupo germánico oriental. Del resto de estas lenguas no se conoce nada si es que se conoce algo más que algunos nombres propios y algunos sustantivos, o palabras tomadas prestadas de otros idiomas. El gótico se conoce primariamente por el Codex Argenteus, una traducción de la Biblia. Se conservan fragmentos de la traducción de la Biblia, efectuada por Ulfilas, que convirtió y evangelizó a los godos. Estos, asentados al principio al norte del Danubio, fueron conducidos por el mencionado obispo en el año 348 al otro lado del río, cerca de Nicópolis, para que pudiesen escapar de las persecuciones anticristianas decretadas por Atanarico.
La obra de Ulfilas fue de gran importancia. No solo era gran conocedor de su propia lengua, sino también del latín y griego. Se vio en la necesidad de trasladar los conceptos, los hechos culturales y los objetos de la civilización grecorromana a una lengua alejada de todo ello, debido a las características culturales del pueblo que la hablaba y carente también, si se exceptúan las inscripciones rúnicas germánicas, de cualquier tradición literaria. Por lo tanto, Ulfilas tuvo que crear primeramente un alfabeto proveniente del griego, pero con rasgos latinos y rúnicos, y solucionar a continuación los complicados problemas relacionados con la semántica. Aún con la limitación de tratarse de una lengua de una sola persona y resultado de una traducción, es la primera lengua germánica documentada. Además la lengua gótica posee ciertos trazos de conservación —ausente o en vías de desaparición en otras lenguas germánicas— que colocan a este idioma histórico bastante cerca de aquella abstracción científica que constituye el germánico común.
El idioma estaba en declive a mediados del siglo VI, debido a la victoria militar de los francos, la eliminación de los godos en Italia, y el aislamiento geográfico. En España el idioma perdió su última función, probablemente ya en declive, como idioma eclesiástico desde que los visigodos con Recaredo se convirtieron al catolicismo en 589.[60] Ahora es un idioma extinto.
Reconstrucción de una tumba gótica de del siglo III d. C., en el .
Religión
Véase también:Cristianismo godo
Inicialmente practicaron el . Gradualmente los godos se convirtieron al cristianismo arriano en el curso del siglo IV como resultado de la actividad misionera por el obispo gótico Ulfilas, quien diseñó un alfabeto gótico para traducir la biblia al gótico.
Durante la década de los años 370, los conversos godos se vieron sometidos a la por las autoridades paganas que quedaban del pueblo tervingio.
Los ostrogodos y sus restos, los godos de Crimea, estuvieron íntimamente relacionados con el Patriarcado de Constantinopla desde el siglo V, y se incorporaron plenamente bajo el desde el siglo IX.
Legado
En España, el noble visigodo Pelayo de Asturias quien fundó el reino de Asturias y comenzó la Reconquista en la batalla de Covadonga, es un héroe nacional a quien se considera el primer monarca del país. Los propios gotlanders tenían tradiciones orales sobre una emigración masiva hacia el sur de Europa, documentada en la Gutasaga. Si los hechos están relatados, sería un caso único de una tradición narrada durante más de mil años y que de hecho antecede a la mayor parte de las principales divisiones de la familia de lenguas germánicas.
La relación de los godos con Suecia se convirtió en una parte importante del nacionalismo sueco, y, hasta el siglo XIX, los suecos eran considerados habitualmente como descendientes directos de los godos. Hoy, los estudiosos suecos identifican esto como un movimiento cultural conocido como goticismo, que incluye el entusiasmo por todas las cosas del nórdico antiguo.
El idioma y la cultura góticas desaparecieron en gran medida en la Edad Media, aunque su influencia continuó en pequeñas formas en algunos estados europeos occidentales. El idioma sobrevivió como lengua doméstica en la península ibérica (modernas España y Portugal) hasta el siglo VIII, y el autor franco Walafrido Strabo escribió que aún se hablaba en el bajo Danubio y que el gótico de Crimea se hablaba en regiones montañosas aisladas en Crimea a principios del siglo IX. Términos que parecen góticos se encuentran en manuscritos tardíos (posteriores al siglo IX) que puede que no pertenezcan al mismo idioma. En el siglo XVI un pequeño número de personas en Crimea podían hablar aún gótico de Crimea.[61]
En la España moderna y medieval, se cree que los visigodos eran el origen de la nobleza española (compárese con Gobineau para una idea similar para los franceses). A principios del siglo VII, la distinción étnica entre visigodos e hispanorromanos había desaparecido, pero el reconocimiento de un origen godo, por ejemplo, en lápidas, aún sobrevivían entre la nobleza. La aristocracia visigoda del siglo VII se veía a sí misma como portadora de una consciencia gótica particular y como guardianes de antiguas tradiciones como los nombres germánicos; probablemente estas tradiciones estaban en su conjunto restringidas a la esfera familiar (los nobles hispanorromanos servían a nobles visigodos ya en el siglo V y las dos ramas de la aristocracia española había adoptado plenamente costumbres similares dos siglos más tarde).[62]
Las pretensiones españolas y suecas sobre el origen godo chocaron en el concilio de Basilea en 1434. Antes de que los cardenales y las delegaciones pudieran implicarse en una discusión teológica, tenían que decidir cómo sentarse durante las sesiones. Las delegaciones de los países más destacados argumentaban que debían sentarse más cerca del papa, y también había disputas sobre quiénes tenían que obtener las mejores sillas y quiénes tener sus sillas sobre esteras. En algunos casos, se comprometieron de manera que algunos tendrían media pata de silla en el borde de una estera. En este conflicto, , obispo de la , pretendió que los "suecos" eran los descendientes de los grandes godos, y que el pueblo de Vestrogotia (Västergötland en sueco; Westrogothia en latín) eran los visigodos y la gente de Ostrogotia (Östergötland en sueco; Ostrogothia en latín) eran los ostrogodos. La delegación española contestó que sólo los godos vagos y poco emprendedores se habían quedado en "Suecia", mientras que los godos heroicos habían abandonado "Suecia", invadido el imperio romano y asentado en España.[63]
El aún se habla en Gotlandia y Fårö. Allí hubo un dialecto del nórdico antiguo llamado gútnico antiguo.
En las sagas
Según Hervarar saga ok Heiðreks (La Saga de Hervör y Heidrek), una saga legendaria del siglo XIII, Arheimar era una capital de los godos. La saga afirma que se encontraba a orillas del Dniéper.
Hlöðskviða (La batalla de los godos y los hunos)
Antiguos que escribieron sobre los godos
Ambrosio: El prólogo de De Spiritu Sancto (Sobre el Espíritu Santo) hace una referencia de pasada a los títulos reales de Atanarico antes de 376.[64][cita requerida] Comentario sobre san Lucas: "Chuni in Halanos, Halani in Gothos, Gothi in Taifalos et Sarmatas insurexerunt".
Amiano Marcelino: Res Gestae Libri XXXI.[65] Escribió que la dominación de los hunos de los reinos godos en Escitia empezó en los años 370.[66]
El autor anónimo de la Historia Augusta escribió que los godos, junto con los hérulos saquearon Heraclea Pontica, Cícico y Bizancio. Fueron derrotados por la armada romana pero consiguieron escapar al mar Egeo, mientras que saqueaban las islas de Lemnos y Esciros. En la saquearon varias ciudades del sur de Grecia (provincia de Acaya) incluyendo Atenas, Corinto, Argos, Olimpia y Esparta. Una milicia ateniense, liderada por el historiador Dexipo, empujó a los invasores hacia el norte donde fueron interceptados por el ejército romano dirigido por Galieno.[67] Sin embargo, grandes proporciones se conocen como fraudulentas y la exactitud fáctica del resto es algo disputado.[68] De las segundas invasiones, la historia documenta que una enorme coalición formada por godos (greutungos y tervingios), gépidos y bastarnos, liderados de nuevo por los hérulos, reunidos en la desembocadura del río Tyras (Dniéster).[69] Pretenden un número total de 2.000–6.000 barcos y 325.000 hombres.[70] Esta es probablemente una gran exageración pero sigue siendo indicativa de la escala de la invasión. Después de fracasar en su ataque de algunas ciudades en las costas del mar Negro occidental y el Danubio (Constanţa, Marcianopolis), ellos atacaron Bizancio y Uskudar. Parte de su flota naufragó, bien debido a la inexperiencia gótica en la navegación a través de las violentas corrientes de la Propóntide[71] o debido a que fue derrotada por la armada romana.
Aurelio Víctor: Los Césares, una historia desde Augusto hasta Constancio II.
Casiodoro: una historia perdida de los godos usada por Jordanes.
Claudiano: Poemas.
Código Teodosiano
Epitome de Caesaribus
Eunapio, historiador griego del siglo IV, describe la poderosa constitución de los godos de modo peyorativo: sus cuerpos provocaron desprecio en todos los que los vieron, porque eran demasiado grandes y pesadas para que sus pies los llevasen, y eran apretados en su cintura – como aquellos insectos de los que habla Aristóteles.[72] Eutropio: Breviario.
Eusebio, un historiador que escribió en griego en el siglo III, nos dice que en 334, Constantino evacuó aproximadamente a 300.000 sármatas desde la orilla norte del Danubio después de una revuelta de los esclavos sármatas. Desde 335 hasta 336, Constantino, siguiendo con su campaña en el Danubio, derrotó a muchas tribus góticas.[73]
Filostorgio: historia de la iglesia griega.
Gregorio de Nisa
Herman de Reichenau, un erudito del siglo XI, escribe que los godos entraron en el mar Egeo y un grupo separado saqueó las islas egeas llegando hasta Creta, Rodas y Chipre. La flota probablemente saqueó también Troya y Éfeso, destruyendo el templo de Artemisa, una de las Siete maravillas del mundo antiguo. Mientras su fuerza principal había construido obras de asedio y estuvo cerca de tomar las ciudades de Tesalónica y Casandrea, se retiró al interior de los Balcanes en las noticias de que el emperador estaba avanzando. En su camino, saquearon Dojran y Pelagonia.[74]
Jerónimo: Crónica
Jordanes, en su Getica, escrita a mediados del siglo VI, escribió que los godos que emigraron antes salieron de Scandza (Escandinavia) bajo el rey Berig en tres barcos. Un cargamento se asentó cerca del Vístula.[75] Se trasladaron entonces a una zona a lo largo de la costa meridional del mar Báltico que estaba habitada por los rugios, y los expulsaron.[76]
Juliano el Apóstata
Lactancio: Sobre la muerte de los perseguidores
Olimpiodoro de Tebas
Panegyrici Latini
Paulino de Milán: Vida del obispo Ambrosio de Milán
Paulo Orosio escribió que los godos fueron del mismo tipo que los suiones (suecos), los vándalos, y las otras tribus escandinavas.[77]
Plinio el Viejo escribió que Piteo, un explorador que visitó el norte de Europa en el siglo IV a. C., informó de que los gutones, un pueblo de Germania, habitaba las costas de un estuario llamado Mentonomon (el mar Báltico).[78]
Procopio, el historiador bizantino del siglo VI, describió a los godos como altos y rubios: Pues todos ellos tienen cuerpos blancos y cabello claro, y son altos y da gusto mirarlos por lo bellos.[79]
Señaló que los godos, gépidos y vándalos eran física y culturalmente idénticos, sugiriendo un origen común.[79]
Sinesio: De regno y De providentia. El obispo griego del siglo IV comparó a los godos con lobos entre ovejas, se burlaba de ellos por lucir pieles y mencionó su lealtad a Roma:
Un hombre en pieles liderando guerreros que lucen la clámide, intercambiando sus pieles de ovejas por la toga para debatir con los magistrados romanos y quizás incluso sentarse junto a un cónsul romano, mientras los hombres respetuosos de la ley se sentaban detrás. Luego esos mismos hombres, una vez que se han alejado un poco del senado, se ponían de nuevo sus pieles de oveja, y cuando ellos se reunían de nuevo con sus colegas, se burlaban de la toga, diciendo que no podían cómodamente desenvainar sus espadas.[34]
Tácito escribió que los godos y los vecinos rugios y lemovios llevaban escudos redondos y espadas cortas.[56] Sin embargo, los godos que más tarde lucharían o se aliarían con los hunos, y quienes lucharon por y contra Roma, puede que no fueran el mismo pueblo que Tácito describe.[80]
Temistio: Discursos
Teodoreto de Ciro
Según Zósimo, Dexipo tuvo una importante victoria cerca de Nesos (río Mesta), en el límite entre la provincia romana de Macedonia y Tracia, la caballería dálmata del ejército romano ganase una reputación como buenos guerreros. Las bajas bárbaras se calcularon en 3000 hombres. Escribe sobre la batalla de Naisso por un ejército romano liderado por Claudio avanzando desde el norte. La batalla lo más probable es que tuviera lugar en 269, y tuvo una disputa feroz. Amplios números de ambos lados resultaron muertos pero, en el momento crítico, los romanos engañaron a los godos en una emboscada pretendiendo huir. Alrededor de 50.000 godos fueron supuestamente muertos o hechos cautivos y su base en Tesalónica destruida.[81]
Sentido moderno del término «godo»
El recuerdo del pueblo godo se ha mantenido en la cultura popular española a lo largo de los siglos asociado a la nobleza antigua, dando lugar a expresiones como «hacerse los godos» o «ser godo».[82] Con el tiempo, el adjetivo «godo» ha adquirido varias acepciones, generalmente despectivas hacia las personas de origen español; al igual que gabacho hacia las de origen francés, gringo a estadounidenses o pocho a mexicoestadounidenses.
en las Islas Canarias es habitual el uso del término «godo» para referirse despectivamente a los españoles peninsulares e insulares (islas Baleares);[82]
a consecuencia de lo anterior, en algunas partes de América, como Ecuador, Bolivia y México; se sigue llamando «godos», «chapetones» o «gachupines» a los españoles. En otras, como Venezuela y Colombia, se denomina así a los miembros de los partidos conservadores de Venezuela y de Colombia y, por extensión, a sus miembros.[82]
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