Para otros usos de este término, véase Historia de la arquitectura (desambiguación).
La historia de la arquitectura es la rama de la historia del arte que estudia la evolución histórica de la arquitectura, sus principios, ideas y realizaciones. Esta disciplina, así como cualquier otra forma de conocimiento histórico, está sujeta a las limitaciones y fortalezas de la historia como ciencia: existen diversas perspectivas en relación con su estudio, la mayor parte de las cuales son occidentales. En la mayoría de los casos —aunque no siempre— los periodos estudiados corren paralelos a los de la historia del arte y existen momentos en que las ideas estéticas se superponen o se confunden.
El árbol de la arquitectura
En la antigüedad, los primeros refugios utilizados por el ser humano (Homo erectus) solían ser temporales y móviles debido al estilo de vida nómada de aquella época. Los campamentos se construían con materiales ligeros y de fácil transporte: huesos, cueros, madera, etc. En Chichibu, Japón, se descubrieron agujeros para postes en una capa de ceniza volcánica que datan de hace 500 000 años. Mientras que en Francia se hallaron líneas de piedra que servían de base para estructuras de palos que datan de hace 400 000 años.[1] El abrigo, como construcción predominante en las sociedades primitivas, será el elemento principal de su organización espacial, varios teóricos de la arquitectura en momentos diversos de la historia (Vitruvio en la antigüedad, Leon Battista Alberti en el Renacimiento, y Joseph Rykwert más recientemente) evocaron el mito de la choza primitiva. Este mito, con variantes según la fuente, postula que el ser humano recibió de los dioses la sabiduría para la construcción de su abrigo, configurado como una construcción de madera compuesta por cuatro paredes y un tejado a dos aguas.[2]
Historia de la arquitectura occidental
Las primeras grandes obras de arquitectura remontan a la antigüedad, pero es posible trazar los orígenes del pensamiento arquitectónico en periodos prehistóricos, cuando fueron erigidas las primeras construcciones humanas.
Durante la prehistoria surgen los primeros monumentos y el hombre comienza a dominar la técnica de trabajar con la piedra.
El surgimiento de la arquitectura está asociado a la idea de abrigo. El abrigo, como construcción predominante en las sociedades primitivas, será el elemento principal de la organización espacial de diversos pueblos. Este tipo de construcción puede ser observado aún en sociedades no integradas totalmente a la civilización occidental, tal como los pueblos amerindios, africanos y aborígenes, entre otros. La presencia del concepto de abrigo en el inconsciente colectivo de estos pueblos es tan fuerte que marcará la cultura de diversas sociedades posteriores: varios teóricos de la arquitectura en momentos diversos de la historia (Vitruvio en la antigüedad, Leon Battista Alberti en el Renacimiento, y Joseph Rykwert más recientemente) evocaron el . Este mito, con variantes según la fuente, postula que el ser humano recibió de los dioses la sabiduría para la construcción de su abrigo, configurado como una construcción de madera compuesta por cuatro paredes y un .
Prehistoria
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Restos de construcción megalítica adintelada en Stonehenge.Hipogeo, Isla de Malta.
La arquitectura prehistórica se entiende como un medio de expresión y construcción primitivo que empezó a generar pensamientos de creencias sobre las culturas primitivas. Se denomina a los primeros hitos conservados de la incipiente arquitectura.
Construcciones megalíticas.. del griego megas, grande y lithos piedra; constan de enormes losas pétreas sin tallar, o escasamente desbastadas, verticales y horizontales, adinteladas, apoyadas, nunca unidas con mortero, ni con ningún tipo de aparejo.
Construcciones ciclópeas, así llamadas por haberlas atribuido los antiguos griegos a unos gigantes fabulosos llamados cíclopes; se constituyeron con aparejo sencillo de piedras, en parte escuadradas, o sin escuadrar, aunque desbastadas, y de menor volumen que las megalíticas, utilizando algunas veces mortero arcilloso para conformar muros y paramentos.
Las primeras surgieron en el Neolítico, continuado en las primeras épocas de la Edad del Cobre. Las segundas pertenecen a las edades del cobre, bronce o del hierro.
Pertenecientes a la primitiva arquitectura popular se conocen diversas construcciones que sirvieron de casa, o morada temporal, a nuestros antepasados desde los tiempos más remotos. Tales son:
Cabañas o chozas, formada por entramados de ramaje,
Grutas o cavernas, artificiales o naturales pero acomodada por la mano del hombre a sus propios usos
Palafitos o habitaciones lacustres de madera levantados sobre pilotes clavados en el fondo de un lago o zona pantanosa. Los palafitos más notables, por su extensión y número, se han encontrado en los lagos de Suiza, cubriendo en el de Ginebra una superficie de 150.000 metros cuadrados. En España, se han hallado restos de tales viviendas en las inmediaciones de Betanzos y en otras localidades de Galicia, al igual que en las cercanías de Olot (Gerona), Bolbaite y Chella (Valencia). Este tipo de viviendas se atribuyen a la época neolítica y tenían por objeto la defensa contra los animales salvajes.
Crannógs, propios de Irlanda, habitáculos lacustres a modo de islotes, sin dejar pasar el agua por debajo de ellas
Terramaras, descubiertos en Italia, chozas de madera y arcilla en sitios pantanosos. Con dichas construcciones que se relacionan en los paraderos o kiokenmodingos (voz danesa que significa restos de hogar), llamados en español concheros, que son montículos conformados por depósitos de conchas, restos de ceniza, carbón, huesos, piedras y fragmentos de cerámica tosca, muy abundantes en Dinamarca, también hallados en otras regiones
La arquitectura funeraria incluye túmulos, en ocasiones orientados astronómicamente al solsticio de inverno como es el caso de Castillejo del Bonete (Terrinches, Ciudad Real).
Antigüedad
Las tres grandes pirámides: pirámide de Micerinos, pirámide de Kefrén y pirámide de Keops. En primer término están las denominadas pirámides de las reinas.Templo de Luxor.Zigurat de Mesopotamia.
A medida que las comunidades humanas evolucionaban y aumentaban, presionadas por las amenazas bélicas constantes, la primera modalidad arquitectónica en desarrollarse fue esencialmente la militar.
La segunda tipología desarrollada fue la arquitectura religiosa. La humanidad se confrontaba con un mundo poblado de dioses vivos, genios y demonios: un mundo que aún no conocía ninguna objetividad científica. El modo en que los individuos lidiaban con la transformación de su ambiente inmediato estaba por entonces muy influenciado por las creencias religiosas. Muchos aspectos de la vida cotidiana estaban basados en el respeto o en la adoración a lo divino y lo sobrenatural. El poder divino, por lo tanto, era equivalente (o aún superaba) el poder secular, haciendo que los principales edificios dentro de las ciudades fueran los palacios y los templos. Esta importancia de los edificios hacía que la figura del arquitecto estuviera asociada a los sacerdotes (como en el Antiguo Egipto) o a los propios gobernantes y que la ejecución fuera acompañada por diversos rituales que simbolizaban el contacto del hombre con lo divino.
Las ciudades marcaban una interrupción de la naturaleza salvaje, eran consideradas un espacio sagrado en medio del espacio natural. De la misma forma, los templos dentro de las ciudades marcaban la vida de los dioses en medio del ambiente humano.
Las necesidades de infraestructura de aquellas primeras ciudades también hicieron necesario el progreso técnico de las .
Divisiones
Arquitectura de Mesopotamia / Sumeria
Arquitectura egipcia
Arquitectura asiria
Arquitectura de Babilonia / Caldea
Arquitectura etrusca
Arquitectura minoica
Arquitectura micénica
Arquitectura egea
Arquitectura medo-persa
Arquitectura mesoamericana
Arquitectura incaica
Arquitectura caldea
Arquitectura paleocristiana
Antigüedad clásica
Partenón, Acrópolis de Atenas.Templo de Hefesto en Atenas: arquitectura clásica griega
La arquitectura y el urbanismo practicados por los griegos y romanos se distinguía claramente de la de los egipcios y babilonios en la medida en que la vida civil pasaba a tener más importancia. La ciudad se convierte en el elemento principal de la vida política y social de estos pueblos: los griegos se desarrollaron en ciudades estado y el Imperio romano surgió de una única ciudad. El arquitecto griego Hipódamo de Mileto es considerado el primer urbanista de la historia. El ejemplo más conocido de este tipo de arquitectura corresponde a Apolodoro de Damasco.
Durante los periodos y civilizaciones anteriores, los asuntos religiosos eran ellos mismos el motivo y el mantenimiento del orden establecido; en el periodo grecorromano el misterio religioso traspasó los límites del templo-palacio y se hizo asunto de los ciudadanos (o de la polis): surge ahí la palabra política, absolutamente relacionada con la idea de ciudad.
Mientras los pueblos anteriores desarrollaron solo las arquitecturas militar, religiosa y residencial, los griegos y romanos fueron responsables del desarrollo de espacios propios a la manifestación ciudadana y de los quehaceres cotidianos: el ágora griega se definía como un gran espacio libre público destinado a la realización de asambleas, rodeado por templos, mercados y edificios públicos. El espacio del ágora se convirtió en un símbolo de la nueva visión de mundo, que incluía el respeto a los intereses comunes, e incentivador del debate entre ciudadanos, en lugar del antiguo orden despótico.
Los asuntos religiosos aún poseían un papel fundamental en la vida mundana, pero ahora fueron incorporados a los espacios públicos de la pólis. Los rituales populares eran realizados en espacios construidos para tal fin, en especial la acrópolis. Cada lugar poseía su propia naturaleza (), insertados en un mundo que convivía con el mito: los templos pasaron a ser construidos en la cima de las colinas (creando un marco visual en la ciudad baja y posibilitando un refugio a la población en tiempos de guerra) para estar más cerca de los cielos.
Divisiones
Arquitectura griega clásica
Arquitectura romana
Edad Media
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Alhambra de Granada.Baptisterio, iglesia y campanile (torre campanario) en la Catedral de Pisa. La tradición de la arquitectura italiana es mantener separados los tres edificios.
Arquitectura medieval es una expresión historiográfica que engloba la producción arquitectónica del arte medieval. En la arquitectura de la Edad Media se desarrollan principalmente tres estilos: el Bizantino, a que influye durante todo el período, el románico entre los siglos XI y XII, y el estilo gótico entre el siglo XII hasta el siglo XV.
Los principales hechos que influyeron la producción arquitectónica medieval fueron el enrarecimiento de la vida en las ciudades (con la consecuente y feudalización de Europa) y la hegemonía en todos los órdenes de la Iglesia católica. A medida que el poder secular se sometía al poder papal, pasaba a ser la Iglesia la que aportaba el capital necesario para el desarrollo de las grandes obras arquitectónicas. La tecnología del periodo se desarrolló principalmente en la construcción de las catedrales, estando el conocimiento arquitectónico bajo el control de los gremios.
Durante prácticamente todo el periodo medieval, la figura del arquitecto (como creador solitario del espacio arquitectónico y de la construcción) no existe. La construcción de las catedrales, principal esfuerzo constructivo de la época, es acompañada por toda la población y se inserta en la vida de la comunidad a su alrededor. El conocimiento constructivo es guardado por los gremios, que reunían decenas de maestros y obreros (los arquitectos de hecho) que conducían la ejecución de las obras pero también las elaboraban. Es el origen de las asociaciones que terminarán conociéndose como masonería (masón = albañil).
La Cristiandad definió una nueva visión del mundo, que no solo sometía los deseos humanos a los designios divinos, sino que esperaba que el individuo buscara lo divino. Igual que en la antigüedad se usaban ladrillos hechos con barro.En un primer momento, y debido a las limitaciones técnicas, la concepción del espacio arquitectónico de los templos se vuelve hacia adentro, según un eje que incita al recogimiento. Más tarde, con el desarrollo de la arquitectura gótica, se busca alcanzar los cielos a través de la inducción de la perspectiva hacia lo alto.
Edad Moderna
Con el fin de la Edad Media la estructura de poder europea se modifica radicalmente. Comienzan a surgir los estados nación y, a pesar de la aún fuerte influencia de la Iglesia Católica, el poder secular vuelve al poder, especialmente con las crisis recurrentes de la Reforma Protestante.
El Renacimiento abrió la Edad Moderna, rechazando la estética y cultura medieval y proponiendo una nueva posición del hombre ante el Universo: el Antropocentrismo frente al Teocentrismo medieval. Antiguos tratados arquitectónicos romanos son redescubiertos por los nuevos arquitectos, influenciando profundamente la nueva arquitectura. La relativa libertad de investigación científica que se obtuvo llevó al avance de las técnicas constructivas, permitiendo nuevas experiencias y la concepción de nuevos espacios.
Algunas regiones italianas, en especial Florencia, debido al control de las rutas comerciales que llevaban a Constantinopla, se convierten en grandes potencias mundiales y es allí donde se desarrollaron las condiciones para la creación del arte renacentista.
Renacimiento
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Palacio Medici Riccardi, de Michelozzo, Florencia (1444). Ejemplo de palacio florentino.Villa Farnesina, Baldassarre Peruzzi (1511). Ejemplo de .Villa Capra, Andrea Palladio (1566). Ejemplo de arquitectura palladiana.
Arquitectura del Renacimiento o renacentista es aquella diseñada y construida durante el período artístico del Renacimiento europeo, que abarcó los siglos xv y xvi. Se caracteriza por ser un momento de ruptura en la historia de la arquitectura, en especial con respecto al estilo arquitectónico previo: el gótico; mientras que, por el contrario, busca su inspiración en una interpretación propia del arte clásico, en particular en su vertiente arquitectónica, que se consideraba modelo perfecto de las bellas artes.
Produjo innovaciones en diferentes esferas: tanto en los medios de producción —técnicas de construcción y materiales constructivos— como en el lenguaje arquitectónico, que se plasmaron en una adecuada y completa teorización.
Otra de las notas que caracteriza este movimiento es la nueva actitud de los arquitectos, que pasaron del anonimato del artesano a una nueva concepción de la profesionalidad, marcando en cada obra su estilo personal: se consideraban a sí mismos, y acabaron por conseguir esa consideración social, como artistas interdisciplinares y humanistas, como correspondía a la concepción integral del humanismo renacentista. Conocemos poco de los maestros de obras románicos y de los atrevidos arquitectos de las grandes catedrales góticas; mientras que no solo las grandes obras renacentistas, sino muchos pequeños edificios o incluso meros proyectos, fueron cuidadosamente documentados desde sus orígenes, y objeto del estudio de tratadistas contemporáneos.
El espíritu renacentista evoca las cualidades intrínsecas del ser humano. La idea de progreso del hombre —científico, espiritual, social— se hace un objetivo importante para el periodo. La antigüedad clásica redescubierta y el humanismo surgen como una guía para la nueva visión de mundo que se manifiesta en los artistas del periodo.
La cultura renacentista se muestra multidisciplinar e interdisciplinar. Lo que importa al hombre renacentista es el culto al conocimiento y a la razón, no habiendo para él separación entre las ciencias y las artes. Tal cultura se mostró un campo fértil para el desarrollo de la arquitectura.
La arquitectura renacentista se mostró clásica, pero no se pretendió ser neoclásica. Con el descubrimiento de los antiguos tratados —incompletos— de la arquitectura clásica —de entre los cuales, el más importante fue De architectura de Vitruvio, base para el tratado De re aedificatoria de Alberti—, se dio margen a una nueva interpretación de aquella arquitectura y su aplicación a los nuevos tiempos. Conocimientos obtenidos durante el periodo medieval —como el control de las diferentes cúpulas y arcadas— fueron aplicados de formas nuevas, incorporando los elementos del lenguaje clásico.
El descubrimiento de la perspectiva es un aspecto importante para entender el periodo —especialmente la perspectiva cónica—: la idea de infinito relacionada con el concepto del punto de fuga, fue profusamente utilizada como herramienta escénica en la concepción espacial de aquellos arquitectos. La perspectiva representó una nueva forma de entender el espacio como algo universal, comprensible y controlable mediante la razón. El dibujo se hizo el principal medio de diseño y es así como surge la figura del arquitecto singular —diferente de la concepción colectiva de los maestros de obra medievales—. Los nuevos métodos de diseñar los proyectos influyeron en la concepción espacial de los edificios, en el sentido en que las percepciones visuales podían ser controladas y enfatizadas desde puntos de vista específicos. El poder representar fielmente la realidad mediante la perspectiva, no se limitó a sólo describir las experiencias conocidas, sino también a anticiparlas posibilitando proyectar imágenes de características realistas.
Entre los principales arquitectos del Renacimiento se incluyen Vignola, Alberti, Brunelleschi y Miguel Ángel.
Manierismo
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La arquitectura manierista es aquella fase de la arquitectura europea que se desarrolló entre 1530 y 1610, es decir, entre el final de la arquitectura renacentista y el comienzo de la barroca.[3]
Los historiadores consideran al manierismo como la última fase del Renacimiento, precedida por las del humanismoflorentino y por el clasicismoromano; sin embargo, si las primeras dos fases son distinguibles temporalmente, no resulta tan claro con el clasicismo y el manierismo que coexistieron desde inicios del siglo XVI.[4]
El término «maniera», usado ya en el siglo XV para indicar el estilo de cada artista, fue empleado por Giorgio Vasari en el siglo posterior para describir uno de los cuatro requisitos de las artes (orden, medida, diseño y maniera), con particular referencia a las obras de Miguel Ángel; luego lo utiliza Jacob Burckhardt para definir de manera peyorativa el arte italiano entre el Renacimiento y el Barroco. No obstante a inicios de siglo XX, a la luz de las nacientes culturas surrealistas y expresionistas, la crítica revaloró la cultura manierista.
Siglos XVII y XVIII
Los siglos siguientes al Renacimiento asistieron a un proceso cíclico de constante alejamiento y aproximación del ideario clásico. El Barroco, en un primer momento, potencia el descontento del Manierismo por las normas clásicas y propicia la génesis de un tipo de arquitectura inédita, aunque frecuentemente posea conexiones formales con el pasado. De la misma forma que el Barroco representó una reacción al Renacimiento, el Neoclásico, más tarde, constituirá una reacción al Barroco y a la recuperación del ideario clásico. Este periodo de dos siglos, por lo tanto, será marcado por un ciclo de dudas y certezas acerca de la validez de las ideas clásicas.
Arquitectura barroca
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Baldaquino de Bernini en San Pedro del Vaticano, Roma (1623-1634)Nave central de San Giovanni in Laterano (1646-1650), de Francesco BorrominiGalería de los Espejos (1678-1684) del palacio de Versalles, destaca la infinidad espacial como resultado de la combinación de elementos plásticos y diferentes volumetríasInterior de la iglesia de San Pedro y San Pablo de Vilnius (1668-1701), obra de y Giambattista Frediani, ejemplo del barroco de Vilna Iglesia abacial de Ottobeuren (1737-1766), ejemplo de iglesia con «mur pilier», una invención del barroco jesuita alemán.Sacristia de la Cartuja_de_Granada (1727-1764)Basílica de Vierzehnheiligen de Balthasar Neumann (1743-1772), obra ya plenamente rococó
La arquitectura barroca apareció en la península itálica, en lo que hoy es Italia, en una época en que las ciudades-estado gradualmente habían ido perdiendo su independencia y estaban bajo la dominación extranjera, primero de España (1559-1713) y después de Austria (1713-1796). Se inició en Roma a principios del siglo XVII, se difundió primero por las ciudades italianas y, luego llegó al resto de Europa y América y ejerció su influencia en todo el mundo católico. Precedido por el Renacimiento y el manierismo, se desarrolló a lo largo de todo el siglo XVII, durante el período del absolutismo,[5] y fue sucedido por el rococó y el neoclasicismo.[Nota 1]
El barroco es liberación espacial, es liberación mental de las normas de los tratadistas, de las convenciones, de la geometría elemental y de todo lo estático; es también liberación de la simetría y de la antítesis entre espacio interno y espacio externo. Por esta voluntad de liberación, el barroco alcanza un significado psicológico que trasciende hasta la arquitectura de los siglos XVI y XVII, logrando un estado de ánimo de libertad, una actitud creadora liberada de prejuicios intelectuales y formales (Zevi, 1993, p. 93).[8]
El término barroco, originalmente despectivo, indicaba la falta de regularidad y orden, que los defensores del neoclasicismo, influenciados por el racionalismo de la Ilustración, consideraban una indicación de mal gusto.[5] De hecho, las características fundamentales de la arquitectura barroca, altamente decorativa y teatral, fueron las líneas curvas, con patrones sinuosos, como elipses, espirales o curvas con una construcción policéntrica, a veces con motivos que se entrelazan entre sí, para ser casi indescifrables. Todo tenía que despertar asombro[9] y el fuerte sentido de la teatralidad empujaba a los artistas a la exuberancia decorativa, combinando pintura, escultura y estuco en la composición espacial y subrayando todo a través de sugestivos juegos de luces y sombras.
Muchas de las características distintivas del Barroco, como el dinamismo, la teatralidad y la interacción con el espectador, pueden pueden verse en las innovaciones creadas por Miguel Ángel. Su enfoque en romper con las normas clásicas del Renacimiento, al utilizar formas más innovadoras y diseños más dinámicos, Miguel Ángel inspiró a los arquitectos barrocos a construir edificios que no solo fueran funcionales, sino también impresionantes.
Representación de la Acrópolis de Atenas, obra de 1846 del arquitecto y pintor Leo von Klenze (Neue Pinakothek, Múnich)Proyecto de Opéra, obra no realizada de Étienne-Louis Boullée de 1781Neue Wache (1816-18), Karl Friedrich Schinkel, BerlínLa basílica de San Francisco de Paula (1816-1846) en la piazza del Plebiscito, en NápolesLa Rotonda (1822-1826) de la Universidad de Virginia, de Thomas Jefferson y Stanford WhiteUrbanización en Washington
La arquitectura neoclásica es un estilo arquitectónico occidental que produjo el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII, por una reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío. Se prolongó durante el siglo XIX, coincidiendo luego con otras tendencias, como la arquitectura historicista y el eclecticismo arquitectónico. Algunos historiadores llaman clasicismo romántico a la producción neoclásica de la primera mitad del siglo XIX, jugando con el oxímoron (oposición de términos), ya que además de coincidir con el romanticismo, estilísticamente compartía rasgos con la estética romántica, al añadir cierta expresividad y espíritu exaltado a la sencillez y claridad de las edificaciones clásicas grecorromanas.[10]
Los factores fundamentales que influyeron en el surgir de la arquitectura neoclásica fueron los mismos que determinaron el contexto político, social y económico de la época, en la que destacan la Revolución Industrial, la crisis del Antiguo Régimen, la Ilustración, el enciclopedismo, la fundación de las Academias o el despotismo ilustrado. La Revolución Industrial modificó profundamente la forma y el ritmo de vida en las ciudades y propició nuevos adelantos técnico-constructivos y el empleo de nuevos materiales. Se buscaba dar un carácter más científico a las artes, por lo que los artistas debían ser técnicos más que inventores, e imitadores más que creadores. Ese espíritu científico llevó a considerar al arte clásico como un arte progresista, desprovisto de adornos sin sentido y que anhelaba la perfección de las leyes inmutables, sin depender de las impresiones subjetivas e imperfectas del artista. Esa nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo arquitectónico de validez universal. Nacieron movimientos de crítica que propugnaban la necesidad de la funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios. Francesco Milizia (1725-1798) en Principi di Architettura Civile (1781) extendió desde Italia las concepciones rigoristas a toda Europa. Mientras, en Francia, el abate Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugnabaa en sus obras Essai sur l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la necesidad de crear un edificio en el que todas las partes tuvieran una función esencial y práctica, y en el que los órdenes arquitectónicos fueran elementos constructivos y no solo decorativos, todo ello para hacer una arquitectura verdadera: la construida con lógica. El concepto de economía relacionado con el funcionamiento de los propios edificios cambió algunos esquemas de organización espacial y hasta la propia relación entre vanos y macizos.
La Ilustración sostenía que la infelicidad del hombre se debía a la ignorancia y a la irracionalidad y por eso el camino a la felicidad era llevar la luz de la razón por medio de la educación. Aunque las primeras Academias para el estudio de las artes habían surgido en Italia ya en el siglo XVI, las fundadas en el siglo XVIII ya eran ilustradas y sirvieron como transmisoras de ideas contrarias al barroco y a favor del neoclasicismo y los diversos tratados clásicos y renacentistas de las Tres nobles artes, así como de aquellas obras de carácter técnico y científico que racionalizaban su práctica y ejecución. En ese momento el arte comienza a sufrir las consecuencias de una crítica libre, fundada en los principios éticos. La arquitectura podía ser analizada como una rama del arte social y moral y L'Encyclopédie le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en las costumbres de los hombres. Proliferaron así las construcciones que mejoraban la vida humana como hospitales, bibliotecas, museos, teatros, parques, etc., eso sí, pensadas con carácter monumental. Los arquitectos del siglo XVIII pasaron a rechazar la religiosidad intensa de la estética anterior y la exageración lujuriante del barroco, buscando una síntesis espacial y formal más racional y objetiva, pero aún no tenían una idea clara de cómo aplicar las nuevas tecnologías constructivas y estructurales en una nueva arquitectura. El neoclasicismo no pretendió, de hecho, un estilo nuevo diferente del arte clásico renacentista y fue más una reinterpretación del repertorio formal clásico y menos una experimentación de esas formas, teniendo como gran diferencia la aplicación de las nuevas tecnologías: en este periodo, antiguos materiales como la piedra y la madera pasaron a ser sustituidos gradualmente por el hormigón, y más adelante por el hormigón armado y el metal.
El enciclopedismo, el espíritu precursor de la Revolución francesa, trajo también consigo una concepción romántica de la Grecia Antigua. En la arquitectura la formación requerida implicaba el conocimiento de las fuentes antiguas tales como Vitrubio, Palladio, Vignola; por lo que se hizo uso de los repertorios formales de las arquitecturas griega y romana (e incluso de Egipto y Asia Menor). Todos los arquitectos partían de unos supuestos comunes: la racionalidad en las construcciones y la vuelta al pasado. Aunque los enfoques diferían.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que reproducía frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El perfil de los Propileos de Atenas sirvió al alemán Carl Gotthard Langhans para diseñar su puerta de Brandeburgo en Berlín (1789-1791),[11] un tipo muy repetido como atestigua la entrada al Downing College de Cambridge (1806) obra del inglés William Wilkins o la posterior Gliptoteca de Múnich de Leo von Klenze.[12] También el inglés (1713-1788), un arquitecto arqueólogo al que se ha llamado el Ateniense, en su monumento a en Staffordshire, reprodujo el monumento corágico de Lisícrates en Atenas. Los hermanos Adam difundieron por toda Inglaterra un modelo decorativo para interiores con temas sacados de la arqueología; una de sus obras más representativas es Osterley Park, con una notable estancia etrusca y un clásico hall de entrada (1775-1780). Italia prefirió recrear sus modelos antiguos ya bien avanzado el siglo XVIII y en los comienzos del siglo XIX. El modelo del Panteón de Agripa en Roma se repite en un gran número de templos, como el de la Gran Madre de Dio en Turín y San Francisco de Paula en Nápoles, ambos terminados en 1831, que reproducen el pórtico octóstilo y el volumen cilíndrico del Panteón.
Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o visionarios, plantearon edificios basados en las formas geométricas. No despreciaron la herencia del pasado clásico y, aunque respetaron las normas de simetría y la monumentalidad, sus edificios fueron a veces el resultado de la combinación caprichosa de las formas geométricas. Étienne-Louis Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806) encabezaron esta postura; entre la gran cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionarse el cenotafio para Isaac Newton, concebido por Boullée como una esfera, representación del modelo ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el sarcófago del científico. Ledoux dejó edificios construidos, entre ellos una parte de la utópica ciudad industrial de las Salinas de Arc-et-Senans, de planta circular en el Franco Condado o el conjunto de en París.
Entre ambos grupos aparece una tercera opción, la de la arquitectura pintoresca, a partir de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma natural lejos del geometrismo del jardín francés; se valora la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje natural de edificios que remedan las construcciones chinas, indias o medievales. Ese juego de formas caprichosas y el aprovechamiento de la luz buscaban suscitar sensaciones en el espectador. Horace Walpole (1717-1797) construyó la Strawberry Hill House (1753-1756) en las afueras de Londres, una fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir El castillo de Otranto, una novela gótica, expresión del efecto inspirador de la arquitectura. También William Chambers (1723-1796) creó un conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres) (1757-1763) con la inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las arquitecturas orientales.
El neoclasicismo también fue muy importante en la planificación de la ciudad, los antiguos romanos habían planificado un esquema consolidado de dirección urbana para la defensa y la comodidad civil pero el origen de este esquema se remonta a civilizaciones aún más antiguas. En su aspecto más básico, el sistema de calles de la cuadrícula, un foro central con todos los servicios de la ciudad, dos bulevares principales ligeramente más anchos y la calle diagonal eran características del diseño romano muy claro y ordenado. Las fachadas antiguas y los diseños de edificios estaban enfocados hacia estos patrones de diseño de ciudades y pretendían funcionar en proporción con la importancia de los edificios públicos.
Muchos de estos patrones de planificación urbana encontraron su camino en las primeras ciudades planificadas modernas del siglo XVIII. Los clásicos ejemplos se ven reflejados en Karlsruhe y Washington D. C. Pero esto no quiere decir que todas las ciudades planificadas y los vecindarios están diseñados alrededor de los principios neoclásicos. Los modelos contrarios se pueden observar en los diseños modernistas ejemplificados por Brasilia, el movimiento de Garden City, levittowns y el nuevo urbanismo.
Fachada del Palacio Bourbon (1806) (hoy Asamblea Nacional), París
Fachada al patio de Somerset House (1776-1796), Londres
La arquitectura que surge con la Edad Contemporánea irá, en mayor o menor grado, a reflejar los avances tecnológicos y las paradojas socioculturales generadas por el advenimiento de la Revolución industrial. Las ciudades pasan a crecer de modo desconocido anteriormente y nuevas demandas sociales relativas al control del espacio urbano deben ser respondidas por el Estado, lo que acabará llevando al surgimiento del urbanismo como disciplina académica. El papel de la arquitectura (y del arquitecto) será constantemente cuestionado y nuevos paradigmas surgen: algunos críticos alegan que surge una crisis en la producción arquitectónica que permea todo el siglo XIX y solamente será resuelta con la llegada de la arquitectura moderna.
Siglo XIX
El Parlamento inglés es una de las obras más conocidas de la arquitectura neogótica inglesa
Todo el siglo XIX asistirá a una serie de crisis estéticas que se traducen en los movimientos llamados historicistas: bien por el hecho de que las innovaciones tecnológicas no encuentren en aquella contemporaneidad una manifestación formal adecuada, bien por diversas razones culturales y contextos específicos, los arquitectos del periodo veían en la copia de la arquitectura del pasado y en el estudio de sus cánones y tratados un lenguaje estético legítimo.
El primero de estos movimientos fue el ya citado Neoclásico, pero también va a manifestarse en la arquitectura neogótica inglesa, profundamente asociada a los ideales románticos nacionalistas. Los esfuerzos historicistas que tuvieron lugar principalmente en Alemania, Francia e Inglaterra por razones ideológicas, vendrían más tarde a transformarse en un mero conjunto de repertorios formales y tipológicos diversos, que evolucionarían hacia el Eclecticismo, considerado por muchos como el más formalista entre todos los estilos historicistas.
La primera tentativa de respuesta a la cuestión tradición x industrialización (o entre las artes y los oficios) se dio con el pensamiento de los románticos John Ruskin y William Morris, proponentes de un movimiento estético que fue conocido justamente con el nombre de Arts & Crafts (cuya traducción literal es "artes y oficios"). El movimiento propuso la investigación formal aplicada a las nuevas posibilidades industriales, viendo en el artesano una figura a destacar: para ellos, el artesano no debería extinguirse a causa de la industria, sino hacerse su agente transformador, su principal elemento de producción. Con la disolución de sus ideales y la dispersión de sus defensores, las ideas del movimiento evolucionaron, en el contexto francés, hacia la estética del Art nouveau, considerado el último estilo del siglo XIX y el primero del siglo XX.
Siglo XX: arquitectura "moderna" y "contemporánea"
Artículo principal: Arquitectura moderna
La arquitectura moderna de la BauhausLa Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright, un icono de la arquitectura orgánica
Tras las primeras décadas del siglo XX se hizo muy clara una distinción entre los arquitectos que estaban más próximos de las vanguardias artísticas en curso en Europa y aquellos que practicaban una arquitectura conectada a la tradición (en general de características historicistas, típica del eclecticismo). Aunque estas dos corrientes estuvieran, en un primer momento, llenas de matices y medios términos, con la actividad "revolucionaria" propuesta por determinados artistas, y principalmente con la actuación de los arquitectos conectados a la fundación de la Bauhaus en Alemania, con la Vanguardia rusa en la Unión Soviética y con el nuevo pensamiento arquitectónico propuesto por Frank Lloyd Wright en los EE. UU., la diferencia entre ellas queda nítida y el debate arquitectónico se transforma, de hecho, en un escenario poblado de partidos y movimientos caracterizados.
La renovación estética propuesta por las vanguardias (especialmente por el cubismo, el neoplasticismo, el constructivismo y la abstracción) en el campo de las artes plásticas, se abre el camino para una aceptación más natural de las propuestas de los nuevos pensamientos arquitectónicos. Estas propuestas se basaban en la creencia en una sociedad regulada por la industria, en la cual la máquina surge como un elemento absolutamente integrado en la vida humana y en la cual la naturaleza no está solo dominada, sino que también se proponen nuevas realidades distintas de la natural.
De una forma general, las nuevas teorías que se discuten acerca del Arte y del papel del artista ven en la industria (y en la sociedad industrial cómo uno todo) la manifestación máxima de todo el trabajo artístico: artificial, racional, preciso, finalmente, moderno. La idea de modernidad surge como un ideario conectado a una nueva sociedad, compuesta por individuos formados por un nuevo tipo de educación estética, gozando de nuevas relaciones sociales, en la cual las desigualdades fueron superadas por la neutralidad de la razón. Este conjunto de ideas ve en la arquitectura la síntesis de todas las artes, visto que es ella quien define y da lugar a los acontecimientos de la vida cotidiana. Siendo así, el campo de la arquitectura abarca todo el ambiente habitable, desde los utensilios de uso doméstico hasta toda la ciudad: para el arte moderno, no existe más la cuestión artes aplicados x artes mayores (todas ellas están integradas en un mismo ambiente de vida).
La denominada arquitectura moderna o movimiento moderno será, por lo tanto, caracterizada por un fuerte discurso social y estético de renovación del ambiente de vida del hombre contemporáneo. Este ideario está formalizado con la fundación y evolución de la escuela alemana Bauhaus: de ella salen los principales nombres de esta arquitectura. La búsqueda de una nueva sociedad, naturalmente moderna, era entendida como universal: de esta manera, la arquitectura influida por la Bauhaus se caracterizó como algo considerado internacional (de ahí la corriente de pensamiento asociada a ella es llamada Estilo Internacional, título que viene de una exposición promovida en el MoMA de Nueva York).
La segunda mitad del siglo
La arquitectura practicada en las últimas décadas, desde la segunda mitad del siglo XX, viene caracterizada, de forma general, como una reacción a las propuestas del movimiento moderno: unas veces los arquitectos actuales releen los valores modernos y proponen nuevas concepciones estéticas (lo que eventualmente se caracterizará como una actitud llamada "neomoderna"); otras proponen proyectos de mundo radicalmente nuevos, buscando presentar proyectos que, ellos mismos, sean paradigmas antimodernistas, conscientemente despreciando los criticados dogmas del modernismo.
Las primeras reacciones negativas a la excesiva dogmatización de la arquitectura moderna propuso a inicios del siglo XX, surgieron, de una forma sistémica y rigurosa, alrededor de la década de 1970, teniendo en nombres como Aldo Rossi y Robert Venturi sus principales exponentes (aunque teóricos cómo Jane Jacobs hayan promovido críticas intensas, aunque aisladas, a la visión de mundo del Movimiento Moderno ya en los años 50, especialmente en el campo del Urbanismo).
Museo Guggenheim de Bilbao, arquitectura de Frank Gehry
La crítica antimoderna, que en un primer momento se restringió a especulaciones de orden teórico académicas, inmediatamente ganó experiencia práctica. Estos primeros proyectos están conectados de forma general a la idea de la revitalización del "referente histórico", colocando explícitamente en jaque los valores antihistoricistas del Movimiento.
Durante la década de 1980 la revisión del espacio moderno evolucionó hacia su total deconstrucción, a partir de estudios influidos especialmente por corrientes filosóficas como el Deconstructivismo. A pesar de ser muy criticada, esta línea de pensamiento estético se mantuvo en los estudios teóricos y en la década de 1990 sedujeron al gran público y se hicieron sinónimo de una arquitectura de vanguardia. Nombres como Rem Koolhaas, Peter Eisenman y Zaha Hadid están conectados a este movimiento. El arquitecto estadounidense Frank Gehry, a pesar de estar clasificado en gran media como arquitecto deconstructivista, ha sido criticado por los propios miembros del movimiento.
A pesar de las tentativas de clasificar las varias corrientes de la producción contemporánea, no hay de hecho un grupo pequeño de "movimientos" o "escuelas" que reúna sistemáticamente las varias opciones que ha sido hechas por arquitectos alrededor de todo el mundo.
Sintéticamente, se puede decir que la arquitectura continuamente presentada por los medios especializados como representativa del actual momento histórico (o, por otro lado, como una producción de vanguardia) puede ser resumida en cuatro o cinco grandes bloques, pero ellos no serían la reproducción fiel de la verdadera producción arquitectónica cotidiana, vivida alrededor de todo el mundo.
Antonio Averlino, llamado Filarete (c. 1400 - c. 1469), Trattato d'architettura, ha. 1465
Cesare di Lorenzo Cesariano (1476/78-1543)
Sebastian Serlio (1475 - ca. 1554)
Iacomo Barozzi, conocido como Jacopo Barozzi de Vignola (1507-1573)
Pietro Cataneo (ca.1510 - ca.1574): I quattro primi libri di architettura (1554 y ampliado en 1567)
Daniele Barbaro (1514-1570)
Andrea di Pietro della Góndola, llamado Andrea Palladio (1508-1580)
Vincenzo Scamozzi (1548-1616)
Domenico de'Rossi (1659-1730)
Giovanni Battista Piranesi (1720-1778)
Francesco Milizia (1725-1798)
(1727-1785)
Aldo Rossi (1931-1997)
Categoría principal: Tratadistas de arquitectura de Italia
Francia
Villard de Honnecourt (1200-1250): Livre de portraiture, entre 1220 y 1240;
(nace en París, fallece en 1553);
Philibert de l'Orme (ca. 1514-1570): Nouvelles inventions pour bien bastir et à petits frais (1561) y Le premier tome de l'Architecture (1567);
(1591-1669);
Roland Fréart de Chambray (1606-1676): Parallèle de l'architecture antique avec la moderne (1650);
Claude Perrault (1613-1688): Les dix livres d¨architecture de Vitruve, corrigez et traduits nouvellement en Français (1673);
François Blondel (1618-1686): Cours d'architecture enseigné à l'Académie royale d'architecture (1675);
(1653-1701);
Jean-Louis de Cordemoy, conocido como abate Cordemoy (1655 - 1714): Nouveau Traité de toute l’architecture (1706);
Jacques-François Blondel (1705-1774): Cours d'architecture ou traité de la décoration, distribution et constructions des bâtiments (1771-1777);
Marie-Joseph Peyre (1730-1785), Œuvres d'architecture de Marie-Joseph Peyre ancien pensionnaire de l'académie de Rome - Nouvelle édition, augmentée d'un Discours sur les monumens des anciens comparés aux nôtres et sur leur manière d'employer les colonnes (disponible en Gallica);
Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806): L'Architecture considérée sous le rapport de l'art, des mœurs et de la législation (París, 1804);
Jean-Nicolas-Louis Durand (1760-1834): Précis des leçons d’architecture données à l’École royale polytechnique (pub. Chez l'auteur; 1809);
Jean-Baptiste Rondelet (1743-1829): Traité théorique et pratique de l'art de bâtir, 7 volúmenes, 1817 (disponible en Gallica) ;
(1795-1853);
Eugène Emmanuel Viollet-le-Duc (1814-1879): Dictionnaire de l'architecture française du XIe au XVIe siècle (1854-1868) y Entretiens sur l'architecture (1863-1872).
Tony Garnier (Lyon 1869-1948): La Cité Industrielle (1901);
Charles Édouard Jeanneret-Gris, conocido como Le Corbusier (1887-1965): Vers une architecture [Hacia una arquitectura, París 1923], Ville radieuse (Boulogne, 1935), Quand les cathédrales étaient blanches [Cuando las catedrales eran blancas, París 1937], Le modulor, Boulogne 1950.
Categoría principal: Tratadistas de arquitectura de Francia
Tratados históricos de puentes
1860. . Calcul des ponts métalliques
1865. . Ponts métalliques
1870. . Traité de l'équilibre des voûtes
1870. . Ponts et viaducs
1875. . Manuel de l'ingénieur des ponts
1882. . Statique graphique. Texto y Láminas
1887. . Ponts métalliques
1890. . Ponts en maçonnerie. T. 1 y T. 2
1890 ca.. . Murs de soutènement, ponts et viaducs
1810. . Statique des voûtes
1813. . La science des ingénieurs (ed. Navier)
1822. . Recueil d'expériences et d'observations
1830. . Mémoire sur les ponts suspendus
1839. . Cours des constructions
1841. . Traité de l'application du fer
1843. . Traité de la construction des ponts. T. 1
1843. . Traité de la construction des ponts. T. 2
1857. . Traité des ponts métalliques
1858. . Ponts biais en bois
Inglaterra
John Shute (+1563)
Henry Wotton (1568-1639)
Colen Campbell (1676-1729)
James Gibbs (1682-1754)
(1701-1754)
(1707-1766)
William Chambers (1723-1796)
(1812-1852)
Ebenezer Howard (1850-1928).
Asociación de Arquitectura de Londres, conocido como Archigram (creado en la década de 1960)
Tratados históricos de puentes
1801. George Atwood. Dissertation on Arches
1804. George Atwood. Dissertation on arches. Supplement
1809. . On arches and their abutments
1811. . Treatise on bridge architecture
1824 [1817]. Thomas Young. Bridge (Encyclopaedia Britannica)
1830. Thomas Telford. Bridge (Edinburgh Encyclopaedia)
1843. . Theory of bridges. Text. V.1, Text. V.2 y Lám. V.3
1851. Peter Barlow. Treatise on the strength of timber
1893. , (1841-1917). Practical treatise on bridge‑construction
Bruno Julius Florian Taut, conocido como Bruno Taut (Königsberg, 1880-1938)
Walter Adolph Georg Gropius, conocido como Walter Gropius (Berlín 1883-1969)
(Louterbourg 1884-1972)
Tratados históricos de puentes
1726. . Theatrum Pontificiale
1766. . Brücken‑Bau
1904. . Der Brückenbau
España
1506: Diego de Sagredo. Medidas del Romano.
1585. Juan de Arfe y Villafañe. De varia commensuracion
1596-1605: Juan Bautista Villalpando. Ezechielem explanationes et Apparatus Urbis, ac Templi Hierosolymitani (conjuntamente con Jerónimo de Prado sobre la reconstrucción del Templo de Salomón);
1598. Cristóbal de Rojas. Teórica y práctica de fortificación
circa 1600. Alonso de Vandelvira. Libro de cortes de piedra
1633. Diego López de Arenas. Compendio de carpintería de lo blanco
1639. Fr. Lorenzo de San Nicolás, (O.A.R.). Arte y uso de arquitectura
1661. Juan de Torija. Tratado de todo género de bóvedas
1663 [1664]. Fr. Lorenzo de San Nicolás, (O.A.R.). Segunda Parte del Arte y uso de arquitectura
1727. Tomás Vicente Tosca. Tratado de la montea y cortes de cantería
1738. . Escuela de arquitectura civil
1747. Juan García Berruguilla. Práctica de las resoluciones de la geometría
1760. Juan de Torija. Ordenanzas de la Villa de Madrid
1763. Christian Rieger. Elementos de arquitectura civil
1766. Antonio Plo y Camín. El Arquitecto práctico
1766. Diego de Villanueva. Papeles críticos de Arquitectura
1776. . Modo de hacer incombustibles los edificios
1795. . Tratado de los cortes de cantería
1796. Benito Bails. Arquitectura civil
1802. Benito Bails. Diccionario de Arquitectura civil
1841. Manuel Fornés y Gurrea. Práctica del arte de edificar
1846. Manuel Fornés y Gurrea. Álbum de proyectos de Arquitectura
1848. . Vocabulario de Arquitectura civil
1857. Manuel Fornés y Gurrea. Práctica del arte de edificar (2a. ed.)
1859. . Manual de construcciones de albañilería
1876. Eduardo de Mariátegui. Glosario de Arquitectura y de sus artes auxiliares
1879. . Manual del albañil
1887. . Vocabulario de términos de Arte
1898. . Tratado de construcción civil
1899. . Carpintería de armar
1915. . Tratado de construcción civil (2a. ed.)
1927. . Tratado práctico de edificación
1830, 1835. Charles Dupin, barón. Geometría y mecánica de las artes y oficios
1840. . Arte de la perspectiva
1841. . Arquitectura hidráulica
1848. . Elementos de arquitectura. Tomo I
1858. . Manual de construcciones rústicas
1864. . Lecciones de corte de piedras
1870. . Manual del ingeniero y arquitecto
1875. . Construcción general
1877. Bernardo Portuondo. Lecciones de arquitectura
1879. . Manual del carpintero y ebanista
1884. Antonio Sánchez Pérez. Manual del cantero y marmolista
1885. Manuel Pardo. Materiales de construcción
1890. . Tratado de maderas de construcción
1890ca. . El constructor moderno
1893, 1895. . Carpintería antigua y moderna
1897, 1899. . Estereotomía de la piedra
1900. . El hierro sus cortes y enlaces
1900. . La madera y su estereotomía
Categoría principal: Tratadistas de arquitectura de España
Tratados históricos de puentes
1859. Eduardo Saavedra. Lecciones de resistencia de materiales
1864. Eduardo Saavedra. Teoría de los puentes colgados
1895. . Manual empleo material de puentes
1896. . Cálculos de estabilidad de puentes
1899. . Puentes levadizos
EE. UU. de Norteamérica
Samuel McIntire (16 de enero de 1757 - 6 de febrero de 1811)
Robert Venturi (Filadelfia 1925-2018)
Henry-Russell Hitchcock (1903-1987)
Philip Johnson (Cleveland, Ohio 1906-2005)
Frank Lincoln Wright, conocido como Frank Lloyd Wright (Richland Center, Wisconsin, 1867-1959)
Denise Lakofski, conocida como Denise Scott Brown, (nacida en Nkana, Rodesia 1931 - ) esposa de Robert Venturi.
(New Haven, 1940-2001) socio de Robert Venturi.
Charles Jencks (Baltimore, 1939 -)
Países Bajos
Remmet Koolhaas, conocido como Rem Koolhaas (Róterdam 1944 -)
Japón
Kishō Kurokawa (Nagoya, Aichi, 1934 y 2007) uno de los fundadores del Movimiento Metabolista.
Otras tradiciones arquitectónicas
Machu Picchu, ejemplo de arquitectura inca.Catedral de San Basilio. Obra de Póstnik Yákovlev, 1555-1561.
Cualquier cultura o civilización humana tiene su propia tradición arquitectónica que implica diferentes maneras de pensar, ordenar y crear estructuras o espacios físicos derivadas de las peculiaridades del ambiente físico en el que se desarrollaron (clima, materiales de construcción...) como del ambiente cultural (historia, religión, estructura social, tecnologías...)
Arquitectura de Asia Septentrional
Arquitectura rusa
Arquitectura de Asia Occidental
Arquitectura islámica
Arquitectura persa
Arquitectura de África
Arquitectura de África
Arquitectura de Asia Meridional
Arquitectura india
Arquitectura de Asia Oriental
Arquitectura camboyana
Arquitectura china
Arquitectura japonesa
Arquitectura mogol
Arquitectura del Sudeste Asiático
Arquitectura precolombina
Arquitectura azteca
Arquitectura inca
Arquitectura maya
Arquitectura en América
Arquitectura andina
Arquitectura incaica
Arquitectura mesoamericana
Arquitectura vernácula
Notas
En el período barroco tardío (1675-1750), llegó hasta Rusia y las colonias españolas y portuguesas en América Latina, a partir de aproximadamente 1730, una variante aún más elaboradamente decorativa llamada Rococó apareció y floreció en Europa Central.[6][7]
Referencias
(National Geographic), p. 10.
Calatrava Escobar, Juan (Junio de 1991). «Arquitectura y naturaleza. El mito de la cabaña primitiva en la teoría arquitectónica de la Ilustración». Gazeta de Antropología (8). Consultado el 10 de noviembre de 2018.
Nikolaus Pevsner - John Fleming - Hugh Honour (1981:voz «manierismo»).
De Fusco (1999:243).
N. Pevsner, J. Fleming, H. Honour, Dizionario di architettura, Torino 1981, voce Barocco.
Oudin, Dictionnaire des Architectes (1994), pp. 43–44
Ducher (1988), Flammarion, pg. 102-104
Zevi, Bruno. Saber ver la arquitectura.
, Between Renaissance and Baroque: Jesuit Art in Rome, 1565–1610 (Toronto: University of Toronto Press, 2003).
J. Maroto (2009) Historia del Arte, Casals, pg. 290-291.
«1791: Abertura do Portão de Brandemburgo». Deutsche Welle (6 de agosto de 2007)(en portugués). 2007. Consultado el 24 de enero de 2008.
«Munich». Deutsche Welle (29 de marzo de 2005)(en inglés). 2005. Archivado desde el original el 28 de junio de 2008. Consultado el 24 de enero de 2008.
Bibliografía
ROTH, Leland M.; Understanding Architecture: its elements, history and meanings; Nova Iorque: HarperCollins Publishers, 1993; ISBN 0064301583
STRICKLAND, Carol; Arquitetura comparada: uma breve viagem pela história da arquitetura; São Paulo: Ediouro; 2003; ISBN 8500008946
SUTTON, Ian; História da arquitectura do Ocidente; Lisboa: Verbo, 2004; ISBN 9722223550
BENEVOLO, Leonardo; História da arquitetura moderna; São Paulo: Editora Perspectiva, 2001; ISBN 8527301490
ARGAN, Giulio Carlo; Arte moderna; São Paulo: Companhia das Letras, 1992; ISBN 8571642516